10 de abril: En agitada votación secreta, libelo fue desechado por 62 votos contra 52 a favor y una abstención, tras debate de más de diez horas que evidenció fisuras en la coalición gobernante. Once parlamentarios demócratas cristianos se sumaron al bloque político opositor del Congreso para sellar la suerte del libelo acusatorio, situación que originó hondas recriminaciones en el seno de dicho partido y llevó a algunos a plantearse la viabilidad política futura de la alianza de gobierno. Se pronunciaron a favor de la acusación 24 diputados DC, 15 del PPD, 11 del PS y 2 PR.
Los diputados DC que votaron en contra de la acusación fueron Enrique Krauss, Roberto León, Ignacio Walker, Aldo Cornejo, Edmundo Salas, José Miguel Ortiz, Waldo Mora, Jaime Mulet, Antonella Sciaraffia, Eliana Caraball y Rafael Arratia.
Uno de los puntos de mayor tensión se produjo tras la intervención del diputado DC Ignacio Walker, quien con voz firme expresó que el G. (r) Pinochet incurrió en graves acciones de presión y emitió opiniones inaceptables, pero que en definitiva no llegaban a comprometer el honor y la seguridad de la nación. Al concluir su alocución anunciando se voto contrario a la acusación constitucional se produjeron ruidosas manifestaciones de protesta en las tribunas de parte de los familiares de detenidos desaparecidos y jóvenes de la Juventud demócrata cristiana, que incluso llegaron a gritarle "traidor".
En contraste, el diputado DC Andrés Palma formuló durísimos epítetos contra el G. (r) Pinochet e interpeló a los parlamentarios de derecha por haberlo defendido durante la sesión. Palma afirmó que el enjuiciamiento político al ex comandante en jefe del Ejército correspondía hacerlo ahora y sobre su gestión militar porque las normas transitorias de la ley orgánica del Congreso Nacional impiden juzgar su desempeño como jefe de estado, pero replicó a Walker que no había dos Pinochet. Con tono enérgico, el referido parlamentario acusó a ex jefe castrense de haber "traicionado" al ex presidente Allende y de haber ordenado la muerte del general Carlos Prats. Recalcó también que hechos como el ejercicio de enlace y el boinazo sólo tuvieron su origen en la razón personal del comandante el jefe del Ejército de proteger a su hijo por el caso de los cheques.
