la actriz duerme con un ojo abierto para que los recuerdos no se
le arranquen; guarda en su velador una mágnum para cuidar su pasado
y siempre está dispuesta a usarla. la actriz juega todas las tardes
a montar obras que ya ha montado, y repite tristes monólogos en la
inmensa soledad de su casa. ella cuenta el tiempo como fragmentos de
su vida, y parece que siempre los mirara a través de un espejo.
prefiere el silencio que habla más que las palabras y come piñas
todos los veranos. ella guarda bajo su colchón fotos que parecen
billetes muy gastados. la actriz tiene el pelo largo, de color negro.
la actriz imagina retruécanos mordaces, entremeses lúdicos de
sonrisas entrecortadas, nerviosas antes de salir a escena. siempre
dibuja escenarios alrededor de su vida.
la actriz también es bailarina, y cada noche se
mueve al ritmo de fantasmas insomnes, taquicardias eternas que le
recuerdan la alegría de vivir. entonces la actriz se siente bien,
sonríe y le da por mirarse al espejo. ella nunca supo que los
ángeles morían cada vez que un escritor la recordaba. actriz llora
por las noches su soledad; a veces se cree Alicia y busca galletas
sabiendo que el conejo no existe. la actriz me mira a los ojos y no
me descubre a través del espejo. sabe que todos los amaneceres están
escritos y siente ese deseo de ser inmortal que le recuerda su
infancia. mirar sus pupilas es casi como desnudarla en un lento vaivén
de momentos y sensaciones. ella quiere construir castillos de arena
que el mar no derribe y ahogar princesas en la fosa de agua. la
actriz escucha melodías que llenan de nostalgia su rostro y parece
perderse.
cuando ella juega las palabras y el tiempo se
detienen.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario